Capítulo 4
La nieve caía mientras yo iba sentado
en el todoterreno del peor taxista del planeta.
Vale, admito que no era el camino mejor asfaltado del mundo, pero daba la
impresión de que el conductor se esforzaba por buscar todos los baches y
pasarlos del peor modo posible. Tras unos fallidos intentos de establecer una
charla amigable con él, me dediqué a pensar mientras veía los parajes del norte a través de la ventanilla.
Los bosques de coníferas, estaban
espolvoreados con nieve, como si de azúcar se tratase y las azules montañas se
recortaban contra el cielo crepuscular, el efecto total era deslumbrante.
Aunque, desde luego, yo no me fijaba en
esas cosas… Entre un pestañeo y otro atisbe la primera casucha del pueblo, el
cobertizo de Willy, el leñador. Después pasamos por delante de otras 6 o 7
viviendas, nos íbamos acercando al centro del pueblo. Se oían los gritos y las
risas de los niños, podía imaginarme sus guerras de bolas de nieve según nos
íbamos acercando a la plaza principal. El taxista paró justo enfrente de la
fuente, y cuando bajé, un silencio
sepulcral se instauró de repente. La gente me miraba extrañada, como si
supieran quien era yo pero no comprendieran por qué estaba allí. He de reconocer que me sentí algo intimidado
por aquella recepción de miradas compasivas y según advertí con sorpresa,
también hostiles. ¿Acaso no entendían que, aunque hacía años que no lo veía,
quisiera asistir al funeral de mi abuelo? Todo el mundo me estaba mirando, pero
no, me di cuenta mientras bajaba las maletas del taxi de que esa afirmación no
era totalmente cierta. Había una joven al otro lado de la plaza que no había levantado la
vista del inmenso libro que estaba leyendo. El cabello, negro y largo le caía
sobre los ojos impidiéndome ver su rostro, pero a ella no parecía dificultarle
la lectura, pues no se lo retiró. Entonces me di cuenta de qué era lo que me
había chocado de ella, iba descalza y llevaba un vestido largo del color de su
pelo cuando yo, que iba muy abrigado y llevaba incluso guantes y bufanda tenía
frio.